Cuando estamos felices, cuidamos lo que nos rodea: regamos las plantas, abrimos las ventanas, dejamos entrar la vida. Pero cuando la tristeza llega, ese cuidado se apaga. Las flores se marchitan, el aire se estanca, el espacio se vuelve estático. Lo que sentimos deja rastro en lo que tocamos.

Emotopías parte de esa certeza: que las emociones transforman el ambiente. En esta colección, hemos representado esa idea a través de cuatro emociones —paz, tristeza, envidia y adrenalina— y cómo cada una puede cambiar un paisaje natural. Cada pañuelo muestra un entorno intervenido por un sentimiento concreto, como si esa emoción hubiese dejado su huella visible en la naturaleza.